Cuando eras una pequeñuela y deseabas un regalo en tu cumpleaños o en Navidad, soñabas con recibir una bicicleta, un juego de mesa, un horno mágico, una muñeca o patines, pero estoy segura que NUNCA anhelaste recibir una báscula…… ¿o sí?
Hace unos días estuve de visita con mi familia en la ciudad de Monterrey. Necesitábamos hacer unas compras y fuimos a uno de los supermercados más importantes de la ciudad.
Uno de mis primos decidió tomarse la presión y en ese lugar hay una máquina en la sección de farmacia que lo hace gratuitamente. Mientras esperaba mi turno para poder checar mis niveles (los cuáles son normales por si tenían el pendiente) dirigí mi vista hacia los anaqueles y no pude dar crédito a lo que veía…. ¡básculas para niños decoradas con las imágenes de sus personajes de caricatura favoritos!
Honestamente, no supe que pensar (pueden ver mi cara de desconcierto en la foto) porque en mi mundo, se supone que los niños se ocupan de estudiar, jugar, aprender, bailar y divertirse, no de “cuidar” su peso.
"Yo dudo que un niño que sea controlado y pesado con un grado de obsesión tal como el de los padres que compran estos artefactos medidores sea un adulto saludable;es más, estoy segura que será una persona que haga mal uso de la comida y de su cuerpo porque la prohibición lleva al abuso."
Sé que México ocupa uno de los lugares con mayor obesidad infantil a nivel mundial y esto es debido a la pasividad en la estos inocentes viven ya que pocas veces salen a jugar o practicar un deporte. También sé muy bien que atender este aspecto del movimiento con los niños no es fácil, ya que en muchos casos los padres o responsables de estas criaturas trabajan, temen por su seguridad, no se dan el tiempo necesario para llevarlos a clases, al parque…. O las tres razones juntas.
Estas básculas para niños pretenden ser atractivas para ellos con el fin de que le vean sentido al usarla. Estoy segura que es una “maquinación” de padres obsesionados con que sus hijos no tengan sobrepeso u obesidad y lo contundente aquí es que esta empresa ve en esta situación el “potencial comercial” ya que se da cuenta que hay un obscuro nicho de mercado.
Quiero contarles algo personal: Cuando yo era niña mi mamá estaba obsesionada con que yo NO fuera obesa y prácticamente controlaba cada bocado que yo consumía. Mi mamá era buena y trabajadora, todo lo que hacía tenía la mejor de las intenciones pero….el miedo se huele, se siente y percibe tengas la edad que tengas. Lo irónico de la historia es que a pesar de todos los esfuerzos que mi pobre madre hizo dándome “comida sana” y prohibiéndome vehementemente que comiera pastel o cualquier comida chatarra no sirvieron de mucho porque…… terminé siendo obesa en cuanto ella falleció.
Yo dudo que un niño que sea controlado y pesado con un grado de obsesión tal como el de los padres que compran estos artefactos medidores sea un adulto saludable, es más, estoy segura que será una persona que haga mal uso de la comida y de su cuerpo porque la prohibición lleva al abuso.
Si vives cerca de un menor que tiene sobrepeso u obesidad, por favor no lo critiques, no lo compares, no le digas que es flojo, que estar gordo es lo peor del mundo (porque hay peores cosas que estar gordo como ser mentiroso, abusivo y desleal) porque NADIE cambia lo que le hace mal recibiendo palabras de desaliento y desaprobación.
Intenta ser amable y cariñoso con esa alma inocente que depende emocionalmente de lo que le digas. Si es posible, acude con un profesional de la salud (doctor o nutriólogo) FLEXIBLE que te dé la orientación adecuada para la edad y actividades de tu niño, él o ella puede enseñarle a alimentar su cuerpo pero TÚ le enseñarás a nutrir su espíritu. Cuando alimentes su seguridad, confianza y amor propio, te aseguro que ya no necesitará de la comida para sentirse bien y acompañado.
Nos leemos pronto.